La desaparición de las abejas

Si las abejas desaparecieran, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida.
Frase atribuida a Albert Einstein
Lo vemos en la televisión, la radio, Internet... las abejas están desapareciendo. Esta noticia siempre se ha asociado a una idea casi apocalíptica. Entre un 20-35% de las abejas europeas desaparecen cada año. En Estados Unidos la cifra llega a alcanzar el 50%. ElTurdus ha investigado el impacto que tienen las abejas sobre la agricultura y las causas de su desaparición. ¿Crees que aún estamos a tiempo para salvar a las abejas?
¿Por qué desaparecen las abejas?
Uso de pesticidas
El uso incontrolado de los pesticidas no solo pone en peligro a las abejas, también al modo de vida de cientos de personas. Apicultores y ecologistas defienden a esta especie no sólo por los productos apícolas que producen, sino por su labor polinizadora. La desaparición de las abejas se debe en gran medida al uso de los pesticidas.
Ya en 1962, en su libro Primavera silenciosa, Rachel Carson mostró el daño que ciertas sustancias químicas presentes en los pesticidas provocaban sobre el ecosistema. En particular, son los insecticidas tipo neonicotinoides que contienen tiametoxam, imidacloprid y clotianidina los que han sido declarado tóxicos para las abejas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés). En 2013, la Comisión Europea tras aceptar las evidencias de la EFSA decidió poner restricciones a su uso en la agricultura. Los neonicotinoides ya están sujetos a prohibiciones parciales en Francia, Alemania, Italia y Eslovenia. No así en España.

Más de dos millones de abejas muertas a causa de una intoxicación masiva en la localidad de Mazarrón (2017).
Fuente fotografía: (Pablo Blazquez / Greenpeace).
Los neonicotinoides penetran en la colmena y tienen efectos diferentes según la cantidad. Incluso a dosis ínfimas, una exposición repetida puede provocar daños en el sistema nervioso de las abejas domésticas o silvestres, como la pérdida de memoria o la parálisis temporal. Incluso se ha demostrado su efecto a nivel inmunitario, debilitándolo frente a patógenos como el hongo Nosema ceranae.
Cambio climático
Otro factor condicionante de la desaparición de las abejas es el cambio climático. El aumento de las temperaturas y la escasas precipitaciones afectan a la floración y contenido protéico del polen, lo que dificulta la alimentación de las abejas durante el invierno. Época en la que se mantienen en la colmena alimentándose de los productos que han recogido durante la floración. Estas nuevas condiciones ambientales tan inestables también facilitan el desarrollo de patógenos y la expansión de especies invasoras como la avispa asiática.
La pérdida de hábitats también supone un gran impacto al asentamiento de colmenas silvestres. De hecho, es habitual ver colmenas instaladas cerca de viviendas o en lugares que antes no ocupaban.
El monocultivo y las abejas domésticas
La masiva introducción de otras especies también ha tenido efectos perjudiciales sobre la abundancia y diversidad de las abejas silvestres locales. Las abejas introducidas en apicultura compiten por los recursos y desplazan a las locales. Existe todo un negocio de importación de colmenas para mantener monocultivos de manzanos, almendros, colza... La explotación agrícola, ante la falta de polinizadores naturales en la zona, demanda abejas. Esta demanda crea un mercado de abejas "diseñadas" cada vez más eficientes y resistentes a plagas como la varroa, un género de ácaros que atacan a las colmenas.
Con la polinización a escala industrial se ha roto la relación natural de las abejas con el entorno y las estaciones. Los agricultores pagan por alquilar colmenas para polinizar sus cultivos. Y éstas viajan constantemente de un lugar a otro para mantener los cultivos. Este ritmo de explotación agota a las reinas abejas que cuando reducen su eficiencia son sacrificadas y sustituidas por nuevas abejas reinas para mantener el ritmo.
El monocultivo además reduce la biodiversidad del medio, lo que también afecta a la salud de estas abejas domésticas que solo pueden conseguir polen del cultivo en el que trabajan, por lo que, los mismos productores de estas colmenas tienen que empezar a alimentarlas artificialmente. Como si de una explotación ganadera se tratase.

¿Por qué son tan importantes las abejas?
Las abejas son los principales polinizadores. Contribuyen aproximadamente al 80% de la polinización por insectos. Su eficiencia está más que probada como agente polinizador superando a otros insectos o animales como las aves. Tanto es así que en 2010 la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos solicitaron en un manifiesto a la UNESCO su declaración como patrimonio de la humanidad.
La FAO (Organización de las de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) señala que 71 de los 100 cultivos que proporcionan el 90% de la alimentación mundial dependen de la polinización de las abejas. La desaparición de las abejas resulta catastrófica no solo a niveles ecológicos, también a económicos.
Estos insectos viven en una verdadera sociedad animal, con un reparto de funciones y un alto grado de cooperación. Esta vida en sociedad y las adaptaciones morfológicas que han sufrido a lo largo de millones de evolución las convierten en perfectas máquinas polinizadoras.
¿Podemos salvar a las abejas?
Ya existe una agricultura ecológica, alternativa a la tradicional, sin uso de pesticidas que dañen a los polinizadores o lleguen a los productos que consumimos. Igual pasa con las colmenas. Existen empresas apícolas más ecológicas, normalmente unifamiliares, que se encargan de mover las colmenas, cortar la miel, la extración, envasado y producción. Esta minoría tiene que competir con empresas extranjeras de producción masiva de miel que venden sus productos de mucha menor calidad a precios muy reducidos en el mercado. España es el primer productor de miel a nivel europeo. En 2013, solo un 7% de los cultivos pertenecían a la agricultura ecológica. Y solo el 2% de la colmenas existentes eran ecológicas.

Fuente fotografía: Green&Blue.
Una producción y consumo más sostenible de los productos apícolas, una concienciación global sobre el cambio climático y la protección de la biodiversidad son algunos de los factores que podrían ayudar a frenar la desaparición de las abejas y otras especies, que supone enormes pérdidas medioambientales y económicas a nivel mundial.
Referencias
- Mark Daniels, Maro Tchermaieff. Documental: The Mystery of the Disappearing Bees. (2010). Traducción al español "Abejas en crisis".
- RTVE Crónicas. Documental: Peligro en la colmena. (2013).
- Las abejas, contra las cuerdas por el cambio climático. ELMUNDO (2019). https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2017/12/13/5a316e46e5fdeae0548b458b.html
- COAG. Manifiesto apícola de Bicorp. https://boletinagrario.com/f187,manifiesto-apicola-bicorp.html
- Would we starve without bees?. BBC Guides (2019). http://www.bbc.co.uk/guides/zg4dwmn#z36nsbk
- El cambio climático acorrala a las abejas - RTVE.es. http://www.rtve.es/noticias/20171218/cambio-climatico-acorrala-abejas/1648027.shtml
- Más de dos millones de abejas mueren en una intoxicación masiva en Murcia. La Vanguardia (2017). https://www.lavanguardia.com/natural/actualidad/20170203/413980926348/intoxicacion-masiva-abejas.html
Bibliografía
- EFSA identifies risks to bees from neonicotinoids. (2019). http://www.efsa.europa.eu/en/press/news/130116
- Gill, R., Ramos-Rodriguez, O. & Raine, N. Combined pesticide exposure severely affects individual- and colony-level traits in bees. (2012). https://www.nature.com/articles/nature11585
- Henry, M. & Rodet, G. Controlling the impact of the managed honeybee on wild bees in protected areas. (2018). https://www.nature.com/articles/s41598-018-27591-y
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